La arquitectura como medio integrador de la sociedad, debe generar condiciones espaciales propicias para que se pueda dar el intercambio y las experiencias intergeneracionales, entre la tercera edad y la segunda infancia. El desarrollo y los resultados del proyecto se basaron en el planteamiento de una pregunta guía, ¿Mediante que estrategias proyectuales u operaciones arquitectónicas se posibilitan las experiencias intergeneracionales? De manera que estas se adapten al lugar de intervención.