La indemnización como forma de reparación es la medida predilecta cuando se reclama el resarcimiento de un daño imputable a la Administración Pública, el cual es originado como consecuencia de las acciones y omisiones que ejecutan los agentes, las autoridades públicas y en general, todos los órganos que conforman el Estado. Sin embargo, existen otras medidas no pecuniarias que se hacen necesarias y que son de suma importancia para que la reparación sea integral y se pueda llevar a quien ha padecido el perjuicio al estado más cercano al que se encontraba antes de que le fuera vulnerado su derecho.