En Colombia el Código de la Infancia y Adolescencia fue entonces el resultado de la necesidad del Estado para normatizar las acciones que sancionan a los menores que cometen delitos tan graves como el homicidio, pero la preocupación general por no vulnerar el derecho que tienen por ser menores de edad puede llevar las decisiones judiciales a incursionar en el campo de la impunidad, puesto que muchas veces los castigos impuestos pueden no corresponder a la gravedad de los delitos.