La clínica Nuestra Señora de la Paz se ve condicionada por una serie de lineamientos que generan que se cohíba a las actuaciones de la ciudad, limitando su posible crecimiento y ocasionando que se convierta en un vacío urbano, al carecer de estructura morfológica de continuidad, respecto a las dinámicas que se llevan a cabo en su contexto, partiendo de esto se plantea una respuesta urbana y arquitectónica que busca estructurar el sector y convertir el equipamiento en un elemento articulante.