Este trabajo se centró en crear un instrumento lúdico que permitió evaluar el riesgo de maltrato infantil: físico, psicológico y por negligencia; para ello se partió del marco teórico, se aplicaron los procesos de validez (contenido, convergencia y constructo) y confiabilidad. Los cuales se llevaron a cabo con una prueba piloto y luego la aplicación definitiva de los instrumentos con una muestra de 117 niños/as de edades entre 4 y 12 años.