El presente trabajo tiene como objetivo comparar la confesión en materia disciplinaria entre el Código Único Disciplinario del 2002 y el Nuevo Código General Disciplinario del 2019. En materia disciplinaria, era posible que con el Código Único Disciplinario de 2002, el investigado decidiera optar por no tener defensa técnica y por lo tanto, al momento de realizar la confesión, no tuviera pleno conocimiento de las consecuencias jurídicas que ello le traería, quebrantando sus derechos fundamentales a la defensa y al debido proceso. No obstante, el Nuevo Código General Disciplinario contempla de manera obligatoria que, al momento de realizar la confesión, el servidor público debe tener un abogado, independientemente que sea de confianza o de oficio.