Cada vez se presentan más situaciones familiares, sociales y académicas que afectan emocional y afectivamente a los niños, lo que conlleva a que se aumente el número de casos en esta población con síntomas de estado de ánimo bajo; razón por la cual se hace necesario desarrollar manuales que sirvan de apoyo en las sesiones de intervención que realizan los psicólogos infantiles.