El aislamiento y rechazo que tradicionalmente se ha impuesto a los pacientes con trastornos mentales se ha trasladado a sus ambientes y contextos físicos, como lo son los hospitales y clínicas psiquiátricas y esto no es ajeno en los ambientes e instituciones psiquiátricas de la ciudad de Bogotá. Este trabajo evidencia el modo sobre cómo desde la arquitectura y el diseño es posible generar alternativas en pro de la salud mental así como de los individuos y las familias que viven estas condiciones médicas a través de una propuesta arquitectónica y urbana que resuelve el trastorno mental no sólo desde las terapias tradicionales sino también desde la arquitectura.