El incremento de la población mundial ha acelerado de manera considerable el consumo de combustibles fósiles y de recursos naturales no renovables, consecuencia del aumento en la demanda de la energía eléctrica requerida para cubrir ciertas necesidades con el paso del tiempo, pero que en cierta medida son una amenaza para el planeta debido a la contaminación que generan. En Colombia un gran porcentaje de la energía consumida es generada por la manipulación de recursos hídricos2, en ciertas ocasiones es necesario la modificación de cauces de ríos y corrientes hídricas generando daños ambientales irreparables y, por otro lado, dada la diversidad étnica, cultural y geográfica de Colombia, no se puede garantizar a muchas comunidades que se encuentran lejanas a una ciudad o un área metropolitana brindar una conexión o un suministro de energía eléctrica al menos estable.