El artículo pretende evaluar la pertinencia de una arquitectura eclesiástica adicionada a unos usos auxiliares con los cuales se pueda apoyar a las comunidades con condiciones de vulnerabilidad entendiendo a la iglesia cómo lugar y puente para lograr las transformaciones sociales con el apoyo de actividades técnicas especializadas entendidas en el trabajo social psicológico. Todo esto a partir de infraestructura física que posibilite estas acciones.